Ave Paulo,
hoy me he levantado temprano, antes que el gallo cantara,
acribillado por los mosquitos,
ya les di su merecido por la mañana.
Me he levantado con cierto sabor agridulce,
eso que llaman victoria pírrica...
algo titubeante, pero sabiendo que en el fondo existen esperanzas.
Vago sin rumbo, con el timón a la deriva, pero con la certeza de que llegaré a buen puerto.
Querido Druso.
ResponderEliminarHace unos días yo también pensaba en victorias pírricas...y hoy ambos pensamos en las esperanzas...creo sin embargo que las tuyas están mejor fundadas que las mías.
César