AHORA UNIDOS MÁS QUE NUNCA 15-M DEMOCRACIA REAL YA

viernes, 3 de junio de 2011

Yo también vivo en la Moncloa

Cuando me quedo a dormir en casa de mi hermano me toca la cama del niño, la cuál cosa se agradece ante la incomodidad del sofá. No sé el porqué, pero descansar en aquel dormitorio es como palpar en el pasado, y lo que es inevitable, recuerdo todo lo que sueño, como si un aura de ternura pendiera en aquella habitación, como una red de afecto y paternidad.

No me cuesta mucho cerrar los ojos en un lugar donde abundan los juguetes y los peluches, desde la nave espacial de Lego al horripilante Bob Esponja, el delfín de tela o el monito de ojos saltones. De las paredes, de tonalidad rosa palo, cuelga un póster de Leo Messi y otro de Rafa Nadal. El despertador, de incesante tic tac, está ornamentado con el escudo del Barça. Sobre las estanterías se apilan libros escolares, otros de aventuras interactivos (con juegos, olores, y adivinanzas), así como cómics (nuestros tebeos) y álbumes de fútbol. Sobre la mesita, una lámpara reproduce el mundo de Cars y un puñado de tazos de Gormiti se exhiben desparramados como abandonados al azar. Las sábanas están moteadas con decenas de omnipresentes Mickeys, y la manta de lana, bordada a mano es de color, como no, blau-grana.

Como decía, en aquel mundo de los sueños, el mundo onírico de un servidor se desarrolla con dinamismo, y recuerdo con un solo chasquido aquello que me atormentó o me entretuvo durante toda la noche.

Yo también vivo en la Moncloa. Desde el primer día varios banqueros portaban maletines repletos de billetes de 500 euros en un afán de satisfacerme. Luego una populosa caterva de aduladores, pelotas y rastreros hacían acto de presencia.

Desde un principio les dejé claro mis ideas. No existe suficiente dinero en este miserable país para comprar la decisión del pueblo, “somos personas, no productos del mercado”.

Deseaba rescatar del olvido a aquellos que generan riqueza, a aquellos que hacen posible que todo funcione pero que son ignorados y relegados, “son anónimos, pero sin ellos nada de esto existiría, pues nosotros movemos el mundo”, ellos dedican parte del tiempo, de su vida... esto se tiene que compensar y han de saber de sus necesidades.

El pueblo me reclamaba: “La democracia parte del pueblo así que el gobierno debe ser del pueblo. Sin embargo, en este país la mayor parte de la clase política ni siquiera nos escucha”.

Es claro, ellos, los políticos, viven de la partidocracia, de las redes de clientelismo político, de la dedocracia, de los favores... del ataque mutuo, ya falto de ideas, de fundamentos, de ética... lo bueno lo hago yo, lo malo lo haces tú... yo tengo la solución, tú no tienes ni idea (todavía repercute en mi cabeza el cero patatero). Ya es hora de limpiar estas telarañas de corrupción, caciquismo y burocracia. ¿Pero es posible una democracia sin partidos políticos? ¿Es posible una democracia sin políticos que nos representen? ¿Represento yo sinceramente a aquellos que me han votado?

El sueño se difuminaba en quimera, escenas de gentes manifestándose en la calle martirizaban mi cabeza, como un martillo golpeando el yunque y forjando el futuro (“El actual funcionamiento de nuestro sistema económico y gubernamental no atiende a estas prioridades y es un obstáculo para el progreso de la humanidad”)... amartillaba incesante, clamando por los derechos de un pueblo ávido de venganza social que sólo demandaba sus derechos (“derecho a la vivienda, al trabajo, a la cultura, a la salud, a la educación, a la participación política, al libre desarrollo personal, y derecho al consumo de los bienes necesarios para una vida sana y feliz”).

La lluvia aporrea la ventana en un ruido sordo, las gotitas se deslizan por el cristal hasta morir en el marco inferior. Abro los ojos y vuelvo a la realidad. Me aproximo al ventanal y contemplo las nubes amenazantes, entre grisáceas y azuladas, abrumando los verdes pinos. El frío se cuela por entre las rendijas de la madera y eriza el vello de mis brazos. Me veo reflejado en el vidrio, como una ilusión. "Somos personas normales y corrientes. Somos como tú: gente que se levanta por las mañanas para estudiar, para trabajar o para buscar trabajo, gente que tiene familia y amigos. Gente que trabaja duro todos los días para vivir y dar un futuro mejor a los que nos rodean".

Un calendario, con un gracioso felino jugando con un ovillo de lana rojo, queda entonces situado a mi derecha. Es 15 de marzo.



"La lluvia aporrea la ventana en un ruido sordo, las gotitas se deslizan por el cristal hasta morir en el marco inferior".

jueves, 2 de junio de 2011

Las noticias de la mañana

Hoy me he levantado a las 6.30, como casi todos los días, pues es la hora perfecta para acudir al trabajo evitando la cola kilométrica del atasco, que se extiende como un gusano metálico de patitas rojas a lo largo del camino de asfalto. Amanece en el horizonte, a mi espalda. El sol aparece como una bola de fuego molesta, como la lamparilla de la mesita de noche, que al encenderla estalla en un fogonazo en la oscuridad de la habitación.

Conduzco por inercia. La vista al frente, somnolienta, el coche asemeja conocer el sendero que me lleva a la esclavitud capitalista. Sintonizo la radio buscando un canal de noticias. Siempre se agradece conocer que nos deparará el futuro más inmediato. La proximidad de la colina hace carraspear las voces más allá de la sintonía que nos advierte de la eminente lectura de las noticias del nuevo día.

Las nuevas no tienen desperdicio.

Anuncian las medidas de la derecha para cuando aborden las instituciones, voraces de auditorías para saber como han dejado las cuentas esos rojos despilfarradores (“el ladrón cree que todo son de su condición”).

Siguen hablando de los pepinos y sobre la organización en Andalucía de “gazpacho gratis para todos”, para demostrar la inocuidad de las hortalizas autóctonas (estupendo).

Más escalofriantes son los datos de la venta de material bélico que España efectuó en Libia durante el año 2010, alcanzando la cifra de 11 millones de euros. Ahora la OTAN se encarga de destruir toda esta inversión de un régimen acosado por la Revolución. Ya hace tiempo que no se habla de Libia en la televisión, siento curiosidad de cómo irán las cosas por allí, deben seguir todo igual. Como párvulo recuerdo la bandera de Libia como aquella bandera totalmente verde, me gustaba pintarla, era tan fácil, tan sencilla,... el verde simboliza el Islam, de ahí ese único color de la revolución verde socialista. Monarquía, revolución, dictadura, revolución... la pescadilla que se muerde la cola ilumina mi mente.

Las mañanas son traicioneras. Escuchas las noticias, y al volante, tu imaginación se desarrolla de una manera surrealista y absurda.

Es una mañana fría, poco habitual en junio, la temperatura exterior ronda los 10 grados. Tuve que rescatar la chaquetilla negra del armario, y el parabrisas se empaña con facilidad. Activo la calefacción (en junio) y evoco en mi cabeza el refrán de: “hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo”.

Es cierto, las mañanas son traicioneras para un cerebro que todavía se despereza en la cabeza, que se agita en la conducción matutina, habilidad que uno ejecuta como un autómata, sin necesidad de pensar (harto peligroso). La voz de Mariano me despierta de ese letargo en el que me hallaba sumido, el segundo sueño lo llamo yo. La radio escupe su voz gutural y habla como un político, es decir, dice muchas palabras interconectadas para definir algo que no dice como tal. Joder Martial, con esta oración te has lucido.
No usa el término auditoría. En su lugar, emplea una maremágnum de expresiones que quieren decir eso, sí, claro, hay que guardar las distancias, que cada uno haga su interpretación. Escuchar a los políticos es como leer la Biblia, cada uno realiza una interpretación de lo que dicen, si bien ellos saben, dentro de su ambigüedad innata, lo que quieren decir. Mamones.

Ya estoy llegando a mi destino. En los últimos dos minutos sintonizo una canción. Mi mente se relaja. Aparco. Y me dispongo a tomar un café. Buenos días.




"Conduzco por inercia. La vista al frente, somnolienta, el coche asemeja conocer el sendero que me lleva a la esclavitud capitalista".

miércoles, 1 de junio de 2011

PdM

La verdad es que cada vez que agarró el diario o miro la televisión me entran ganas de largarme de este PdM. Seguro que más de uno piensa que si no estoy a gusto que me vaya [con lo bien que se vive aquí], que emigre como una golondrina a los confines del continente africano, o a las Antípodas, lo más lejos posible de este estado de injusticia. Sí, sería muy feliz en una granja de kiwis, me refiero a esas aves torpes, las cuales se alimentan de fruta, los kiwis comen kiwis, aquí los empresarios y banqueros meriendan trabajadores, se los comen bien crudos, y el Estado los adereza con un poco de salsa agridulce o bien los salpimenta directamente.

Una amiga, que hace sus pinitos de escritora, escribió en una ocasión un relato donde exponía el canibalismo como algo bello y romántico, el ser devorado por el ser querido adquiría un matiz macabro de amor verdadero. Aquí no existe ese afecto delicioso, directamente nos jalan. Asemejamos figuritas de mazapán o bien hombrecitos de galleta de jengibre. Hala, al coleto, todos a las fauces, al goloso tiburón que conforma las clases opulentas de nuestra sociedad. Ciertamente estoy harto de ver a estos tipejos paseándose con cochazos y chicas de compañía a consta del sudor de nuestra p... o asistir anonadado a presenciar esos programas de televisión donde unas madonas caprichosas sacian su ambición en colecciones interminables de zapatos y bolsos, y se gastan millonadas en cosmética e imagen, cuando existen gentes que no tienen que llevarse a la boca, y no hablo de un cigarrillo, sino de un simple mendrugo de pan. Eso sí, desde Alemania nos han dado un buen pepinazo.

Y hablando de la televisión. No recuerdo si fue ayer o anteayer, que miraba la caja tonta con el volumen a cero (las imágenes hablan por sí mismas). Aparecía el portero del RM hablando (como he dicho tenía el volumen a cero y no sé que decía, pero me resbala), con imágenes de su vida pasada, y un rótulo con unas letras enormes rezaba “El cambio de Iker”. Joder vaya descubrimiento, claro, antes tenia 18 y ahora 30 (la verdad que no ha cambiado mucho), espero que no hagan este reportaje cada diez años, aunque si lo hubieran hecho al cumplir los 80 algo de razón tendría, pero a ver señoras y señores, que es normal que la gente envejezca ¿no? Con las cosas tan importantes que suceden en el mundo y con las inquietudes que nos abordan el día a día ¿Qué tiene de importante que un tipo cambie en diez años? Puf, esto dice mucho de la basura que nos intentan hacer tragar en televisión... patético. Y no me enrollo más porque sé que la gente no lee tanto. Hasta yo cuando lo releo para aplicar correcciones o auto-censurarme en alguna de las burradas que digo me aburro... ¿por qué aburrir a nuestras lectoraS y lectores? Pase lo que pase seguimos viviendo en este PdM.

Quizás tenga razón Rouco Varela cuando dice que el problema de los jóvenes está en sus almas y en el fondo de sus corazones. Hay que ser casposo, hipócrita y vacío para pronunciar tal proclama. Como dice un amigo, a él se la suda las declaraciones de un personaje que está más contextualizado en la Edad Media que en la época en la que vivimos, alejado de los problemas reales y constantes de nuestra realidad socio-político-económica-cultural... etc... etc. Así que Rouco vete al monasterio o bien, vete directamente al Infierno. A este paso volveremos a ser un país de bandoleros y frailes, sin abandonar nuestra condición de toreros y folclóricas... en fin que como afirma aquel cartel de la plaza Islandia “No hay pan para tanto chorizo”... yo diría que “no hay sitio para tanto cafre...”. Vaya PdM.


martes, 31 de mayo de 2011

Elecciones generales, no gracias. Debes dejarlos crecer

Queda menos de un año para el enfrentamiento titánico entre dos entes del panorama político español. Por un lado el “socialista” Alberto, heredero más que directo del Felipismo imperante en la España de los 80 y 90. Por el otro lado Mariano, un tipo ya cansino que se ha presentado en dos ocasiones a las legislativas y ha perdido frente al promotor de la crisis (según la derechona), es decir, que seguramente ganará por cansino y no por méritos propios, ya que en su partido nadie tiene los cojones de proclamar lo soso que es, y la revuelta Espe quedó en un intento de la extrema derecha más que fallido (sí, la señora esa que no llega a fin de mes).

Mariano, más conocido como el señor de los hilillos, por lo de los hilillos de plastilina del Prestige, que realmente eran chorrazos de petróleo que bañaron las costas gallegas hace mucho mucho tiempo, gracias a la decisión del “Efecto Cascos”, aquel que gritó airoso “Mandar el Prestige al quinto pino”, sí, ese señor que pronto será Presidente del Principado de Asturias, un político ejemplar como el Señor Fabra o el Buen Presidente Camps (palabras de Mariano). Señoras y señores Mariano aprobó dos oposiciones pero no ganó dos elecciones, eso que quede claro. ¡Ay del registrador de vivienda más joven de España!

Alberto en cambio es químico (como Ali) y fontanero político, artífice dicen del triunfo del 14-M, unas elecciones que algunos medios de comunicación desvergonzados y locuelos clasifican todavía de Golpe de Estado (las gilipolleces que hay que oír a veces, la sempiterna teoría de la conspiración… si al final resultará que… mejor me callo). Pero no le voy a sacar las castañas del fuego a Alberto, los dioses me amparen si lo hago… por favor. Como he proclamado es el ejemplo del fontanero político que ha pasado a primer plano, dando la cara sabiendo que se la van a partir a hostia limpia... creo firmemente que el sacrificio de la Carme no es un sacrificio en vano, es mantener una baza segura para ser usada en un futuro lejano… ante la imposibilidad de la victoria, hostiones al fontanero, al fin y al cabo está haciendo su trabajo a la perfección y hasta el último hálito, canalizar los piños de la derecha, encauzar las tuberías de la porquería socialista y caer en el desagüe del olvido para no saber nada más ¡Ay del “pobre” Alberto! Hubiera sido la primera vez que hubiéramos tenido un presidente que habla inglés (¡Ey! Que tuvimos uno que hablaba el catalán en la intimidad y mamaba más de la cuenta), no como la Rita que cuando le preguntaron que le parecía las opiniones del New York Times donde comparaban a Camps con Berlusconi (un traje hecho a medida señor Times), dijo que por desgracia no sabía leer inglés, la desgracia es que haga 20 años que está señora sea alcaldesa de Valencia. La Valencia de las obras faraónicas, la Valencia de la miseria social.

Hace poco leí en un periódico que a nuestra ministra de sanidad se le había echado en cara estar moviendo el bigote en un restaurante de lujo ¡Ay de la izquierda del caviar! ¿Forma esto parte del socialismo utópico que profesaba Owen? ¿Los currelas comiendo caviar iraní a dos carrillos? Leire, si vivieras en Baleares no podrías gastar más de 35 euros en comer, medida que algunos del mismo partido que ha emitido esta ley gastronómica ya están criticando, es que joder, estos quieren comer como ministros… a costa del erario público claro está. ¡Hala! todos al McMierda o al menú del currante de 7 euros, es que manda cojones, lo que hay que aguantar.

Al fin y al cabo me da igual quien gane. Los árbitros somos el pueblo, y más concretamente ese movimiento llamado plataforma 15-M. Porque espero con esperanza que esto continúe y condicione en cierto modo las elecciones del 2012, si es que al final no se adelantan.

Elecciones generales, no gracias, debes dejarlos crecer… y tanto que debemos dejarlos crecer… son como niños egoístas… a ver si la clase política de este país madura de una p... vez, y dejan de vernos como liliputienses estúpidos e ignorantes.

Si has llegado hasta aquí: t’estimo.




"Nos acercamos a la curva de unas nuevas elecciones legislativas... ¡agárrense!".

lunes, 30 de mayo de 2011

15-M, 16-M, 17-M, 18-M... 30-M...

Buenos días a todos, por ser formal, por mantener en alto cierta educación, aunque descafeinada en ocasiones... punto, por mantener la dignidad.
Digo buenos días por decir algo, por saludar de nuevo a mis lectoras y lectores, y porque no puedo continuar reprimido. Vuelvo a escribir por dos motivos, claros y concisos:

El primero es puro egoísmo, veo con asombro que desde que dejé de publicar en el blog, en este letargo de casi seis meses, agobiado con los trabajos extras y la vulgar responsabilidad que me empaña, he tenido la friolera de unas dos mil quinientas visitas, eso me halaga, sea por casualidad, equivocación o deseo fervoroso de leer y releer mis escritos. Poco modesto sí es señoras y señores, pero al fin y al cabo me resulta chocante y sorprendente.

El segundo son los tiempos en los que vivimos, uno no puede estar ajeno a lo que sucede a nuestro alrededor, barzoneando, no podemos actuar como la estúpida avestruz, ocultando su diminuta cabeza en un agujero e ignorar así el peligro que le acecha. Existen muchas avestruces en nuestra sociedad, y también mucho cabrón. Pero bueno, es lo que hay ¿no? ¿O es posible cambiar esta realidad? Llega un momento que todo te parece superficial, pueril, vacío... simplón o cotidiano. No ves más allá de tu ombligo y aunque goces de la eterna gratitud, disfrutes del estado del bien estar (¡a tope!) o tengas todo lo que anhelabas en juventud no puedes mostrarte indiferente ante aquello que no sólo ves, sino que oyes, tocas, hueles, saboreas o sientes ¡Joder!

Ahora, resulta que multitud de fanáticos salen del armario enarbolando la bandera del odio... señores ¡por favor! ¿A dónde hemos llegado? Multitud de jóvenes y no tan jóvenes contrarrestan este odio acampados, acurrucados y pensativos en sus sacos de dormir, aspando los brazos en señal de protesta, levantando las palmas pacíficamente a lo Mahatma, debatiendo las directrices futuras tras la inminente explosión de la burbuja de podredumbre que conforma la clase política actual (de asco). Ahora los ornitólogos azules nos quieren dar lecciones de democracia, los bermellones parecen buscar un regreso a esa izquierda que hace tiempo abandonaron ¿Con qué intención? Con la de conseguir votos, conseguir nuevamente sus parcelas de poder o contrarrestar el batacazo histórico que se han dado tras la patada descomunal que el pueblo le ha propinado en su ROSÁceo trasero.
Muchos votos han quedado en papel reciclado. Sí señoras y señores, pues no ha sido el movimiento azulón el que ha triunfado de la noche a la mañana con sus cortinas de humo (lo que nos vamos a reír y lo que vamos a llorar estos años venideros), sino más bien nuestra crítica demoledora, nuestra actitud de creer en un nuevo sistema, en una nueva sociedad ¡SOMOS MAYORÍA Y LO DEBEMOS DEMOSTRAR!

Ahora, en este instante, dejemos que nos gobiernen, pero pongamos nosotros las pautas, seamos jueces de sus decisiones, y si algo no nos gusta luchemos para que no sea así y punto. Aquí no se fragua ninguna Guerra Civil, ni se fragua una Revolución (¿o quizás sí?), aquí lo que se cuece ya son los huevos de los que estamos hasta los mismísimos, los llamados indignados, porque eso es cierto, quizás yo hable desde una seguridad y no sea un indignado de pleno derecho, pero me indigna que hayan fabricado indignados y me solidarizo en todo con ellos... tal vez el día de mañana me encuentre en su situación. Hay que creer que es el momento de cambiar las cosas, de que esto empiece a funcionar de otro modo... ¿O no lo crees así? Esas tertulias del bar (no confundir con las del Mesón por cierto) pueden hacerse realidad. Hemos pasado del quinto y la proclama a la realidad y la lucha del día a día.





"Aquí lo que se cuece ya son los huevos de los que estamos hasta los mismísimos, los llamados indignados".