AHORA UNIDOS MÁS QUE NUNCA 15-M DEMOCRACIA REAL YA

viernes, 25 de junio de 2010

Reflexiones

Prisionero de las conversaciones y las opiniones, de las contradicciones que tiene este mundo, los que uno tienen quieren otros, los que tienen otros quieren unos. Insensata existencia. Me oculto tras el portón de mi seguridad y mi ego. Envidiosos de la soledad me acosan, me señalan con el dedo y con voz gemebunda alaban mi situación ¡Qué bella es la vida! Sí, pero junto a la persona que quieres.



Me oculto tras el portón de mi seguridad y mi ego.

jueves, 24 de junio de 2010

Hoy, una de Catulo.

Si me dejaran besar continuamente tus ojos de miel, los besaría hasta trescientas mil veces y no me sentiría satisfecho ni aun cuando fuera más apretada que la de espigas maduras la mies de nuestros besos.

miércoles, 23 de junio de 2010

Espera en Alcudia

A "ella" porque lo merece:


Apolo sonríe en el firmamento con una burla fulgurante,
casi blanquecina.
Siento sus ardientes dedos, penetrando en mi piel
como agujas incandescentes,
sellando en mí su regocijante calor
algo ya molesto.

Eolo mitiga ese bochorno con soplos
dubitativos pero certeros que
refrescan mi rostro enrojecido.

Viene a mí el aroma del césped mojado
como si fuera el Elíseo lo que oliera,
percibiendo el canto de los pájaros
como almas glorificadas
en la eterna pradera.

Junto a mí, el inseparable compañero
de fechorías e inspiraciones:
mi sombra azulada.

martes, 22 de junio de 2010

El delfín mecánico (objeto obsoleto de una infancia vencida)

Ay infancia, inocente, cruel y lejana.
Al mirar hacia atrás desentierro esos recuerdos de vida placentera, sin preocupaciones, de perenne felicidad y pataleos triviales.
La sencillez de una existencia dada, la ignorancia sobre todo, la falta de conciencia hacia la tortura cotidiana, los dilemas del adulto y los conflictos vacíos. Los objetos de mi infancia afloran en mi mente, la simpleza de esos juguetes perdidos, la imaginación de una mente infantilmente retorcida... obsesionada con la peseta de la máquina de chicles o los cinco duros del delfín mecánico... ya no existen sino en el recuerdo o abandonados a su suerte... el paso del tiempo, la perdida infancia que ya no volveré a tener ni a gozar, el delfín que se descompone sin niños que lo deseen cabalgar... como un objeto obsoleto de una infancia vencida, como una atracción sin sentido en los tiempos de ahora, de párvulos caprichosos y manipulados.




...el delfín que se descompone sin niños que lo deseen cabalgar...

lunes, 21 de junio de 2010

Recuerdo de una muerte injusta

Allí donde murió atropellado el joven caen las flores del almendro, sobre la acera, como un manto blanco de candidez y apacible muerte.
La mortaja, una manta térmica semejante al papel de aluminio de envolver bocadillos, deja paso al recuerdo de aquel cuerpo tendido. Las flores se precipitan por inercia, atraídas por la bondad de un cadáver ya desaparecido, cubriendo la mohosa y fría acera.