AHORA UNIDOS MÁS QUE NUNCA 15-M DEMOCRACIA REAL YA

martes, 2 de noviembre de 2010

El pan de los muertos

[dedicado a Aprendiz de panadera]


Una tradición, que realmente se ha perdido en Mallorca, pero que se mantiene en algunos pueblos castellanos, es la de la ofrenda de pan en los funerales o aniversarios fúnebres.

Este rito social, ya desaparecido, estuvo en boga en el Medioevo y principios de la Modernidad. La costumbre de repartir pan a los pobres y necesitados sobre la tumba de los difuntos se documenta en varios testamentos a lo largo de los siglos XIII y XVI. El difunto pide en su testamento a sus herederos, que en cada aniversario de su muerte o día de los difuntos, se coloque un cirio y un pan o cesta con panes sobre su tumba, y que tras el oficio, este se reparta entre la gente necesitada.

Existía también el denominado pan de los difuntos y el pan bendito, aunque se desconoce su semejanza. Este pan bendito se repartía durante todos los domingos entre la sacristía y el portal de la Almoina (ubicado junto a la Catedral en la casa del mismo nombre). El día de la resurrección era sustituido por obleas.

Aunque parezca mentira, esta tradición, aunque desparecida por completo en su forma ritual original, ha llegado hasta nuestros días en otra forma. Es costumbre de los niños recibir, el día de todos los Santos (1 de noviembre), un rosario hecho de pastas de yema y almendra. Estas pastas sustituyen a los panecillos o “panetets” que antiguamente se regalaban a los niños por estas fechas, y que sin duda son los panes que antaño se daban a los pobres el día de los difuntos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario